El Montmartre de Amélie Poulain
Enfoque sobre el viejo París, sus calles adoquinadas, su poesía y sus artistas

No, ¡su sentido de la orientación no lo está engañando! Si Jean-Pierre Jeunet, el realizador de el Fabuleux Destin d’Amélie Poulain, no se hubiese tomado ciertas libertades con la topografía del barrio, el metro Blanche sería efectivamente "la estación" de Amélie (Audrey Tautou). A pesar de este detalle, el lugar es un punto de partida ideal para su paseo.
Subiendo la rue Lepic, , reconocerá algunos de los comercios de productos para el paladar como tiendas de frutas y verduras y el cartel de la carnicería Chevaline que la joven le describe a un ciego. Más que nada, reconocerá el Café des Deux Moulins donde Amélie es camarera.
El cartel de la película está expuesto en buen lugar, el rincón del estanco ha desaparecido, pero el bar sigue teniendo su auténtico mostrador de metal de bistrot parisien. Si es uno de los incondicionales de la película, no lo dude más: encargue una crème brûlée (tipo de crema catalana) y rompa su capa de caramelo con la punta de su cucharita…
Segundo lugar ineludible, l’épicerie Maison Collignon: tomó su nombre por la película, después de que saliera. Se siguen vendiendo frutas, verduras y otro tipo de alimentos, así como algunos recuerdos de Amélie, como postales y posters.

Y ahora, enfoque sobre el square Willette y su antiguo tiovivo, al pie de la basílica del Sacré-Cœur. La cabina telefónica y el recorrido con flechas por el suelo: ¡aquí están! Para subir hasta arriba de la butte (colina), tome las escaleras que bordean el césped… o el funicular. Una vez que haya alcanzado el corazón del viejo pueblo de Montmartre, aléjese de la place du Tertre y de sus alrededores llenos de turistas y de gente, para encontrar de nuevo a Amélie en la rue Saint-Vincent, al lado de las viñas. Y para acabar: ¿por qué no se pierde a través de l’allée des Brouillards, entre placetas, callejuelas, pequeños jardines y casitas de cuentos de adas entre las cuales le encanta soñar?… El metro Lamarck-Caulaincourt se encuentra muy cerca, y esta vez, sí que se trata de "la estación" de Amélie.
En tan solo unos minutos de metro, llegará Gare de l’Est. El lugar ha cambiado un poco debido a obras de renovación, pero con un poco de imaginación, logrará volver a encontrar la Salle des Pas perdus, e incluso podrá encontrar un fotomatón para inmortalizar su paseo. Su paseo terminará en el borde del canal Saint-Martin, el otro barrio favorito de Amélie. Para tirar piedras al agua: ¡no lo dude: intente hacerlas rebotar!