París, ciudad gastronómica por excelencia sabe adaptarse a las familias. Comer rápido, merendar y saborear deliciosos dulces y postres helados, cenar en toda tranquilidad o almorzar... ¡Todo es posible! Desde el espacio lúdico en el cual los niños pueden moverse, leer, dibujar..., hasta el ambiente bucólico en pleno centro de la vegetación en el cual es agradable tomar el aire en grandes mesas conviviales, en cualquier parte de la capital, encontraréis establecimientos que corresponden al ritmo de su tribu.